Mi accidente fue una singularidad que afectó de manera transversal todas mis actividades, después de éste, mi pasado está lleno de lagunas, y muchas cosas las siento distintas. ....................................................................................................................................................................................................................................................
Como les he contado, estos últimos meses han sido de cambio para mi, tan drásticos han sido, que mi cuerpo se manifestó con mareos y stress. En esta nueva adaptación cometí un error, como fue, olvidar que la fortuna o el mismo infortunio, puede suceder inesperadamente, que nuestro sencillo mundo controlado puede trastocarse, que la regularidad y la rutina son la excepción, ya lo había aprendido y un nuevo suceso me lo recordó.
Le contaré lo que me sucedió hace poco.
Yo tenía planeado mi martes, sabía que compraría la leche a las siete de la mañana en la panadería de Don Lucho; que debido a las mejoras en las vías cercanas saldría más temprano para el trabajo; que tendría un almuerzo con aquella persona que he estado contactando desde la semana pasada; que en la tarde recogería el vestido de la lavandería; y que llevaría las arepas que Maria Rita me encargo...
Pero un hecho no sucedió como lo esperaba, aquella leche que se compró donde Don Lucho tenía pasada su fecha de vencimiento, no nos percatamos de ello y la bebimos. La planeación de mi martes, se fue al traste y todo mi día se trastocó... Varios en la casa nos intoxicamos, y entre un hospital, una cerrajería y un lavadero de carros, pasé el día...
Obviaré detalles..., la idea, que quiero dejarles es que, la rutina de nuestras vidas, crea la sensación de tener controlada las actividades futuras, y ello es un error... A veces desconocemos que vivimos siempre en la incertidumbre, y cuando esta llega nos sorprendemos sin tener porqué, creo que a veces es mejor sentir, que las cosas fluyen sobre nosotros y nosotros con ellas, antes que obsesionarnos por el control y la planeación de nuestras actividades.
Alguien en dicho lavadero me dijo algo que viene al tema: “Es mejor reconocernos como parte de algo, antes que creernos gerentes de algo”.
PD
No fue tan grave la intoxicación..., si hay una enseñanza de todo esto, creo que sería:
1. Que con salud todo se puede.
2. Y que el día de mañana aún no esta escrito.
posted by rafico @ 3:29 p. m. Comentarios: 7