Hace un buen par de años, aplique a la visa estadounidense y me fue negada, dicho suceso me lleno de decepción, rabia y frustración, en aquel momento, me reprochaba así:
• En este puto país es pecado ser joven, soltero y profesional.
• Ya no soy ciudadano del mundo, solo soy un paria con pijama de pitufos.
• Nueva York no existe y solo es un invento.
• Fui tan estúpido que le dije gracias al que me dijo “visa negada”, maldita inercia de ser amable, Gracias … gracias por nada.
• Yo ilegal?, si ni siquiera compro algo pirata. La prepotencia de EU, es su cáncer, sus prejuicios cobijan infamias.
• Me sentí de segunda, yo solo quería conocer Nueva York, sentir esa ciudad y terminé odiosamente catalogado, para aquel infame, pues para él olía mal, olía a pobre, olía a ilegal, olía a alguien que iba a quitar trabajo, olía a droga.
• “Por qué?”, lo he repetido tantas veces que creo he gastado esa palabra
....
Por supuesto, las cosas decantaron, pero dejaron una marca en mí, por lado se arrecio mi actitud crítica frente a Estados Unidos y por otro, aunque en su momento odie a mi país, por ser tan violento, tan salido de sí (pues había puesto muchos anhelos en dicho viaje) debo confesar que ahora amo esta tierra mía más que nunca.
Además, al poco tiempo, sucedió lo del once de septiembre.
-----------
El dinero que iba a destinar para dicho viaje, lo invertí en compañía de un tío, comprando un LADA modelo 80. Adivinen cómo bauticé dicho carrito, pues Rafico (De ahí mi seudónimo), por qué Rafico?, bueno, resulta que dicho nombre rimaba con tráfico y trafico (a manera de ironía).
Debo decir que me pesa aún dicha visa, y como lo dije alguna vez, escribiendo uno exorciza sus miedos y también sus tristezas.
posted by rafico @ 10:13 a. m.
Comentarios: 13
