Cierro mis ojos para no caer en el espanto, y así me recorro complaciente,
rememorando cómo como amantes,
uno a otro nos colmamos, compartiendo humor en argamasa impía.
Aquí, condenado a tu ausencia y a no sentirte,
repito tu nombre, lo vuelvo a decir, lo digo incansablemente,
seguro de que va a permanecer.
Solo tu espectro me escolta esta noche
y en mi placentera cadencia, bufo tu ausencia.
Te extraño.
posted by rafico @ 11:13 a. m.