Quiero hablar de esta plaza de mercado y lo que viví en ella, se que puede ser un tema muy local y para algunos muy técnico, pero como de lo que se trata es explorar y escribir sobre mis cosas, esta faceta es una de las me apasionan, además se que muchos se identificarán.
Este edificio fue construido en los años cuarenta, su diseño y construcción fue encargado al arquitecto Leopoldo Rother y su concepción está influenciada por el modernismo; es además, monumento arquitectónico de mi país.
Está ubicado cerca al río Magdalena en una ciudad (Girardot) cuya temperatura promedio es de 30 grados centígrados todo año, la ciudad es un nodo de conexión ente entre la capital y la zona sur-occidente de mi país, en sus cercanías se ubica además numerosos centros de recreo, tengo entendido que después de Miami, este sector cuenta con el mayor número de piscinas por metro cuadrado en América (este dato es para dar una idea del ambiente caluroso y festivo de la región).
El lugar donde se sitúa esta plaza de mercado, es un colage urbano, donde se conjugan una iglesia, hoteles, un centro de salud, prostíbulos, un terminal de buses, un puente, funerarias, vendedores ambulantes, un puerto fluvial, bodegas de repuestos para vehículos, entre otras más.
El edificio, consiste en una estructura en concreto, ligera, estilizada, sin muros de cierre, lo que permite que el ambiente en su interior siempre sea fresco e iluminado, aprovechando a su vez la brisa del río, cosa ventajosa con el sofocante calor exterior, su concepción esta dentro del modernismo, su planta es un gran cuadrado con cuatro grandes escaleras en cada uno de sus vértices
Su construcción giro entorno a la experimentación con el concreto, incluso su cubierta es en este material, tiene un sistema de columnas en “V”, que junto con el techo integra resistentes triángulos, además genialmente cuenta con una vigas transversas que actúan a compresión y en las que se apoya las galerías del segundo piso, no cuenta con ornamentos exteriores, el edificio es netamente austero.
Su forma escultórica, su estructura no tradicional, su diseño simple, bien distribuido y funcional, su majestoso tamaño, su legado histórico, su fácil mantenimiento, las panorámicas y su paisajismo, el permitir sentir el ambiente de puerto, fruterías, hierbas, artesanías, flores, bodegas, restaurantes en sus escaleras, balcones que dan a la calle, pescaderías, precios económicos, convergencia de gentes de distintos estratos, el menudeo y el regateo, los colores, las categorizaciones de los productos exhibidos, el barullo, el contacto personal, ... , en fin, todo ello, pero sobre todo, la línea entre arquitecto y el ingeniero no se nota, esta integrada la dicotomía entre estética y funcionalidad, ello es lo que me enamora de este lugar.
Para ser justos con la realidad, debo reconocer sus puntos negros, por ejemplo, el deterioro ambiental alrededor del edificio por el mal manejo de residuos, el cambio de uso de edificaciones cercanas, la ocultación de parte su fachada con casetas, la degradación social del sector, sótanos mal aprovechados, al congestión vehicular y peatonal…
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Pero, porqué mi interés por este edificio? Y porqué lo saco a colación?
Bueno, mi padre como negociante manejo un camión por un buen tiempo, en un recorrido que siempre fue el mismo (el aje cafetero – el Tolima grande y El piedemonte llanero), yo era niño y en vacaciones o días festivos, lo acompañaba en algunos de sus viajes, recuerdo como me contaba sobre las ciudades por las que pasábamos, sus mitos y sus gentes, me pintaba con palabras el camino.
Este lugar en particular a él le encantaba, por que de sus rutinarios viajes había hecho muchos amigos aquí, en ésta plaza de mercado, además, quedaba cerca todo.
Así cuando él me llevaba, al final del día departíamos con sus amigos dentro de esta plaza de mercado cerrada al público, mientras el conversaba yo jugaba con otros niños; no se imaginan el ambiente espectral que se sentía cuando este lugar estaba vació y como cambiaba, para volverse sugerente a fantasías y juegos, entre sus espectrales góndolas desocupadas, así que con los otros niños recreábamos nuestros sueños infantiles, con ficticias excursiones, montando columbios, escalando sus columnas, haciendo obras de teatro, bailando...
De ahí creo mi gusto por los edificios, saben, cuando conozco otros sitios, instigo por sus plaza, sus zonas de reunión, la funcionalidad de sus formas y me imagino que cuando todo el mundo se va y quedan solas, otros personas se apropian de estos lugares icono, para recrear en ellos otras actividades ajenas a su inicial función.
Ahora ya mas grandecito, recorro nuevamente este lugar, recordando los juegos que allí pasaron, pero ahora mi mirada se enfoca, en admirar su forma, su función y su historia.
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Posdata.
Solo para contextualizar, daré unos brochazos en los siguientes conceptos.
1. El movimiento moderno en arquitectura, propendía por edificios monumentales, maquinas para habitar, donde se utilizará de manera lógica los materiales de construcción, espacios interiores estrictamente funcionales, fachadas ligeras y libres para luz.
2. Las plazas de mercado en occidente puede evocarse a aquellos comerciantes griegos ubicados bajo de las columnas del Buleterio (sitio de reunión de políticos) y el Eclesiasterio (sitio de reuniones públicas), su carácter era de encuentro, intercambio social y de degustación, bajo los procesos históricos, estos sitios se convirtieron en patios cerrados al servicio urbano.
posted by rafico @ 11:54 a. m. Comentarios: 4