PD
La granizada hizo que me quedara el fin de semana en la ciudad, aproveché esos tres días para leer nuevamente “El amor en los tiempos del Cólera”, espero ansioso la película para ver las sutilezas y detalles que dicen se tuvieron en cuenta.


DOS
CUATRO HOCICOS QUE ME DICEN MUUUU...

Recuerdo que cuando era "más niño", jugamos con mis primos a untarnos y tirarnos las plastas secas de boñiga de vaca, en uno de esos juegos sin querer golpee y dejé sin aire al padrino de uno de mis primos, pasaron los años, y dicho señor es ahora quien me arrienda el potrero en el que pasta mis cuatro terneros, tengo el orgullo de presentárselos; los bautice como Tabaco - Mariata - Razabal - y la más pequeñita Caline (con el mayor respeto a tu nombre y tu persona...) espero que en unos seis meses éstos me dejen una platica que sirva para mi portátil.


PD
Al fondo ven un bosque de niebla, se llama la Montaña del Uvo, como pueden ver el dueño de la finca, prefirió una pastura en lugar de un bosque, muy cuestionable sin duda, pero contradictoriamente útil para mi.



TRES
YA NO ESTARÉ MÁS EN LA VENTANA MIRÁNDOTE.

Cuál será la pulsión para escribir sobre uno mismo?... Me imagino que lo que uno busca es condicionarse con la palabra, busca ante las falencias o excesos, usar la narración como afirmación. No sé si esté haciendo bien llevando intimidades a un espacio público como es esté, máxime cuando no sé quien es la que está o el que está al otro lado de la pantalla, pero es esa vacuidad la que me hace sentir cierta libertad para escribir sin reparos, sin preocuparme de lo que pueda perder...

Imagine usted dos soledades distintas, que se hacen entre sí dependientes, que socializan siempre con un libro, una botella de ron y sexo, y un día el más iluso descubre que hace parte de un lista de tareas por cumplir, descubre este iluso que toda palabra fue calculada y que frases como “Hacer viva la libertad humana”, solo era una verborrea redundante para incautos...

Todo gira entorno a “Juan Pistolas”, (de él ya le he comentado), su historia de vida tiene muchos matices que aunque interesantes, no los trataré esta vez, él es un vecino que apenas si conocía, y que luego de mi accidente le conozco hasta sus canas y pliegues más pudorosos, él de manera indulgente durante mi convalecía me mantuvo activo intelectualmente, en cierta forma fue un tutor para mi, se esmeró para que reconstruyera mi mundo a través de libros pertinentes, su biblioteca, además de aportarme conocimiento, fue un recinto en el que exploré mi cuerpo,

Éramos voyeurs el uno con el otro, varias veces atisbábamos con mutuo consentimiento detrás de una ventanita cómo el otro retozaba sexualmente, aunque nunca hubo algo explícito entre los dos... Es como si yo hubiera sido su fetiche y él el mío. Debo reconocer , que en el aire había una soterrada homosexualidad, pero lo disfrutaba y no solo por el placer físico, sino por el contexto que antecedía nuestros juegos, pues siempre hablábamos y reíamos como nunca, para luego solazarnos a nuestro gusto...; pero caí en el error de creer que era él único, descubrí que su habilidad con la palabra era tal que era capaz de convencer a cualquiera de ponerle tres claveles en el culo al carnicero del pueblo (y literalmente lo hizo), cual bitácora de Sodoma, le conocí un cuaderno en donde tenía escrito notas, citas y cualquier cantidad de imágenes, tachadas algunas y otras no, su imaginación se desbordaba en esas páginas, todo hubiera estado bien, sino hubiera visto mis iniciales en un tímido reglón y apenas subrayadas, comparadas con otras iniciales y nombres, que a juzgar por lo resaltadas de las mismas, lo nuestro apenas si fue un vil divertimento.

Espero no haber sido muy crudo con sus castos ojos y haber dado el contexto pertinente... En este mundo en el que soledades se encuentran, a veces nuestras relaciones con otras personas son extrañas y a veces nos superan. Por qué he escrito esto?, porque siento celos, creí que lo que había compartido había sido único y singular, y no lo fue así.